Cada 4 de enero se celebra el Día Mundial del Braille, con el fin concientizar sobre la importancia que este método tiene en la plena realización de los derechos fundamentales de las personas ciegas y con discapacidad visual.
¿Qué es el braille?
El braille es una representación táctil de 63 símbolos alfabéticos y numéricos que utiliza seis puntos para representar cada letra y cada número, e incluso símbolos musicales, matemáticos y científicos. Este sistema de escritura lo usan las personas ciegas o con deficiencia visual para leer los mismos libros y publicaciones periódicas que los impresos para la lectura visual, con el fin de garantizar la comunicación, el acceso a la información y para representar competencia, independencia e igualdad.
Algunas cifras
Según la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente unos 36 millones de personas en el mundo sufren ceguera y 216 millones tienen discapacidad visual de moderada a grave. Por este motivo, la ONU señala que las personas con discapacidad visual corren un mayor riesgo de terminar en la pobreza y se encuentran en situaciones desfavorecidas para acceder a la educación y al empleo. En este sentido, la ONU adoptó en 2006 la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad con el fin de promover los derechos y el bienestar de estas personas.
En noviembre de 2018, la Asamblea General decidió proclamar el 4 de enero Día Mundial del Braille para poner de manifiesto que facilitar el acceso a la escritura es un requisito crucial para que las personas con discapacidad visual disfruten plenamente de los derechos humanos y las libertades fundamentales. Además, consideró que el braille es un elemento esencial para la educación, la libertad de expresión y opinión, el acceso a la información y la inclusión social, y así, garantizar las personas con ceguera o discapacidad visual vivan una vida próspera y plena.
Cómo afectó la pandemia de COVID-19 a las personas con discapacidad visual
Para las personas con discapacidad visual, la vida durante el confinamiento debido a la pandemia de COVID-19* ha planteado varios problemas en términos de independencia y aislamiento, especialmente para las personas que dependen del uso del tacto para comunicar sus necesidades y acceder a la información. La pandemia ha puesto de manifiesto la importancia fundamental de producir información esencial en formatos accesibles, incluido en Braille y en formatos audibles. De lo contrario, muchas personas con discapacidad podrían correr un mayor riesgo de contagio debido a la falta de acceso a directrices y precauciones para protegerse y reducir la propagación de una pandemia.
El COVID-19 también ha revelado la necesidad de intensificar todas las actividades relacionadas con la accesibilidad digital para garantizar la inclusión digital de todas las personas.
Durante la pandemia de COVID-19, partes del sistema de las Naciones Unidas han aplicado buenas prácticas para promover una respuesta al COVID-19 que tenga en cuenta la discapacidad y para difundir información en braille.
En Malawi, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha producido 4050 materiales en braille sobre sensibilización y prevención del COVID-19. En Etiopía, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) distribuyó entre los profesionales de los medios de comunicación material audio, educativo y de comunicación y elaboró versiones en braille de los mensajes educativos. También UNICEF ha elaborado unas notas orientativas disponibles en varios idiomas y formatos accesibles (incluido el Braille y el sistema de lectura fácil).
Fuente: Organización de las Naciones Unidas