Cómo alimentarnos bien durante el verano – Clínica Modelo Lanus
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Fechaenero 05, 2023

Cómo alimentarnos bien durante el verano

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Comer en verano no debería suponer perder las buenas costumbres y los hábitos saludables, sino adquirir una rutina que favorezca una dieta sana, ordenada y equilibrada. Sin embargo, durante las vacaciones es más frecuente saltarse comidas, llevar un horario desordenado, comer en exceso y consumir más alcohol, como parte de las reuniones y salidas propias del ocio y el descanso. Estos cambios en la rutina diaria favorecen una alimentación incorrecta.

Es importante recordar que durante todo el año debemos realizar al menos cuatro comidas al día y no picotear entre horas para mantener un peso saludable.

En una dieta veraniega es importante ingerir alimentos de todos los grupos (verduras y legumbres, frutas, panes, harinas, pastas, arroz y papas, leches y quesos, carnes pescados y huevos, semillas y aceites, azúcares y dulces), aportando así todos los nutrientes indispensables. Para lograrlo, es importante prescindir de comidas muy grasas y fritos que pueden hacer más pesada la digestión y que aportan calorías extras innecesarias.

Las ensaladas son el punto fuerte de la dieta en el verano: se adaptan a los gustos de cada persona, tienen un gran contenido en agua y nutrientes, aportan pocas calorías, sacian el hambre e hidratan nuestra piel. Podés ingerirlas como plato único, con algo de proteína como carne, pescado, pollo o huevo o con algún hidrato de carbono, por ejemplo, arroz, pasta o papa.

La fruta es una buena opción y se puede comer a cualquier hora. Al consumir frutas de temporada (ciruela, sandía, pera, melón) verás incrementado su valor nutritivo y sus efectos beneficiosos para el organismo. Las frutas propias del verano, al haber madurado con el sol, son más ricas en vitaminas y compuestos antioxidantes. Una manera divertida y saludable de incorporar frutas es hacer un sabroso y refrescante helado casero o licuados multifrutas con leche o yoghurt.

El exceso de calor y las altas temperaturas hacen que el riesgo de deshidratación sea más alto y la señal natural de que tenemos sed no siempre es un indicador fiable. Para evitar bajadas de presión o mareos bebé líquidos en abundancia, lo recomendable es tomar dos a tres litros de agua a lo largo del día.

RECOMENDACIONES:

  • Realizar 4 o 5 comidas al día y mantener horarios ordenados y sin saltarse comidas. Esto evita llegar a la comida siguiente con demasiado apetito.
  • No deben faltar las frutas, tan variadas y apetecibles durante la época de calor, pero se deben tomar sin azúcares añadidos y como parte de una alimentación completa.
  • Beber 2 a 3 litros de agua al día y no solo beber durante las comidas. Nos ayudará a mantenernos hidratados.
  • Evitar las bebidas alcohólicas y azucaradas que contienen muchas calorías. Los jugos de fruta sin azúcar agregado y las limonadas caseras son más aconsejables.
  • Las verduras de temporada deben formar parte importante de la dieta veraniega. Extremar la higiene en la cocina y lavar bien las verduras para evitar las intoxicaciones alimentarias.

Como podemos ver, en verano es posible alimentarse de otra manera, adaptándose al ritmo y las condiciones climáticas de las vacaciones, sin renunciar a lo que nos gusta y cuidando nuestra salud nutricional.