El Ministerio de Salud de la Nación informó que se notificaron en el país 71.717 casos de dengue (cifras contabilizadas hasta el 23-4), de los cuales 65.195 adquirieron la infección en la Argentina.
El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito del género Aedes, principalmente por Aedes aegypti. Cuando el mosquito se alimenta con sangre de una persona infectada por el virus, lo adquiere y luego de 8 a 12 días es capaz de transmitirlo a una persona sana a través de la picadura.
Los síntomas del dengue son fiebre acompañada de uno o más de los siguientes malestares: dolor detrás de los ojos; de cabeza; muscular y de articulaciones; náuseas y vómitos; cansancio intenso; aparición de manchas en la piel y picazón; sangrado de nariz y encías.
Ante la presencia de cualquiera de estos síntomas es muy importante realizar una consulta médica de manera temprana, no automedicarse y tomar medidas para evitar la picadura de mosquitos y de este modo impedir que sigan transmitiendo el virus.
Ante un diagnóstico de dengue es preciso seguir las indicaciones del personal de salud y asistir a las consultas de seguimiento y control. Si al momento de disminuir la fiebre o en los días posteriores, alguno de los síntomas se agudiza, reaparece o se detectan síntomas nuevos (dificultad para respirar, dolor abdominal intenso, sangrado profuso de mucosas, irritabilidad a somnolencia, vómitos recurrentes), es importante realizar una consulta médica de forma inmediata.
Medidas de prevención
La principal forma de transmisión de estas enfermedades es por picaduras de mosquitos infectados. Es por ello que la medida más importante de prevención es la eliminación de todos los criaderos de mosquitos, es decir, de todos los recipientes que contengan agua, tanto en el interior de las viviendas como en sus alrededores (baldes; palanganas; tambores; portamacetas; bebederos; botellas retornables, etc.).
Si los recipientes no pueden quitarse porque se usan de modo frecuente, debe evitarse el acceso del mosquito a su interior (tapando tanques, aljibes y/o cisternas, por ejemplo) o procurar que no acumulen agua dándolos vuelta; vaciándolos y cepillándolos frecuentemente, o bien poniendo los mismos al resguardo bajo techo. También es recomendable colocar tela mosquitera en las rejillas de desagües.
El mosquito adhiere sus huevos a las paredes de los recipientes, por lo que es clave, más allá de cambiar el agua con frecuencia, cepillar el interior de las paredes para eliminarlos.
Para evitar la picadura del mosquito se recomienda utilizar repelente siguiendo siempre las indicaciones del envase. Asimismo, se sugiere usar ropa de manga larga y colores claros.
Para proteger a los bebés (que no pueden usar repelente), se deben colocar redes o tules sobre cunas y cochecitos.
En relación al hogar, es importante disponer mosquiteros en puertas y ventanas y usar repelentes ambientales como tabletas, aerosoles (interior) o espirales (exterior).
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