Según la Organización Mundial de la Salud, más de un millón de personas contraen una infección de transmisión sexual curable por día y la mayoría de los casos son asintomáticos.
Las infecciones de transmisión sexual más conocidas son: HIV, Sífilis, Gonorrea, Virus del Papiloma Humano (VPH), Tricomoniasis y Hepatitis B. Las pruebas de detección son fundamentales para poder tratarlas rápidamente.
🔎 Más de 30 bacterias, virus y parásitos diferentes se transmiten por contacto sexual y la única forma de diagnosticar una ITS es a través de las pruebas de detección.
🔎 La transmisión de una ITS de la madre al hijo puede causar prematuridad, conjuntivitis neonatal y otras anomalías congénitas.
🔎 Las infecciones bacterianas como la clamidiosis, gonorrea y sífilis y una parasitaria como la tricomonioasis, son curables.
🔎 Si no se tratan, algunas ITS pueden causar problemas de salud a largo plazo como: ceguera, daños cerebrales, infertilidad, defectos de nacimiento y hasta incluso la muerte. Todas las ITS se pueden tratar y algunas se pueden curar por completo. Las pruebas de deteccción ayudan a recibir diagnóstico y tratamiento para evitar complicaciones graves.
¿Cómo se diagnostican?
Dependiendo del tipo de infección que se sospeche, se pueden realizar una de las siguientes tipos de pruebas de laboratorio:
- Análisis de sangre: Se realiza para diagnosticar sífilis, VIH y herpes.
- Análisis de orina: Se usa para diagnosticar tricomoniasis y gonorrea.
- Pruebas con hisopo: Se realizan para diagnosticar VPH, clamidia, gonorrea y herpes. Durante la prueba, el profesional de la salud usa un hisopo especial para tomar una muestra del sitio de la infección. En las mujeres, las muestras se pueden tomar de la vagina o del cuello uterino. En los hombres, las muestras se pueden tomar del pene o de la uretra.
¿Cómo se previenen?
La manera más efectiva de prevenir una ITS es mantener relaciones sexuales seguras mediante el uso correcto de condones.
¿Cuál es su tratamiento?
Las ITS causadas por bacterias generalmente son más fáciles de tratar. Las infecciones virales se pueden controlar, pero no siempre se pueden curar.
Si estás embarazada y te diagnostican una ITS deberás recibir tratamiento de inmediato para prevenir o reducir el riesgo de que tu bebé se infecte.
Los tratamientos para las ITS, según la infección, suelen ser uno de los siguientes:
- Antibióticos: Los antibióticos, a menudo en una sola dosis, pueden curar muchas infecciones bacterianas y parasitarias de trasmisión sexual, como la gonorrea, la sífilis, la clamidia y la tricomoniasis. Una vez que se empieza el tratamiento con antibióticos, es necesario que se complete según la receta médica. Además, es importante abstenerse de tener relaciones sexuales hasta siete días después de haber completado el tratamiento con antibióticos. Los infectólogos también sugieren que las personas diagnosticadas vuelvan a hacerse la prueba tres meses después del tratamiento, ya que hay una alta probabilidad de reinfección.
- Medicamentos antivirales para el HIV: Los medicamentos antivirales pueden mantener la infección del HIV bajo control durante muchos años. Sin embargo, la persona seguirá siendo portador del virus y podrá trasmitirlo. Cuanto antes se empiece el tratamiento contra el HIV más eficaz será. Si el paciente toma los medicamentos según las indicaciones, es posible reducir la carga viral en la sangre de modo que no se pueda detectar. En ese punto, no trasmitirá el virus a tus parejas sexuales.
Si has tenido una ITS, es importante consultar con el médico cuánto tiempo después del tratamiento debés repetir la prueba. De esta manera te asegurarás de que el tratamiento haya funcionado y de que no te hayas vuelto a infectar.
Y vos, ¿cuidás tu salud sexual? Solicitá turno en nuestra clínica por WhatsApp al 11.4030.6616. Tu salud, en las mejores manos.