Los mareos y vértigos afectan a muchas personas y sus síntomas pueden ser desconcertantes, dificultando la capacidad para realizar las actividades diarias. Pueden presentarse con sensaciones como si vos o tu entorno estuvieran girando o moviéndose, aunque en realidad no lo estén.
Si bien en algunos casos son inofensivos, también pueden indicar enfermedades graves. Por ello, es crucial distinguir entre los síntomas, ya que estos tienen diferentes causas y requieren enfoques de tratamiento distintos.
Las causas de los mareos y vértigos pueden ser varias y su identificación puede resultar complicada. Entre los factores que determinan las posibles causas se incluyen: problemas del oído interno, problemas visuales, trastornos neurológicos, desencadenantes emocionales o ciertos medicamentos.
Cuando experimentas un episodio de mareo o vértigo, puedes tomar algunas medidas, pero lo más importante es buscar atención médica que, en este caso, será del profesional de salud en Otorrinolaringología, quien realizará pruebas para descartar posibles afecciones, dará un diagnóstico preciso y recomendará un plan de tratamiento adecuado.
Es importante que el paciente acate estas recomendaciones en un episodio de mareo o vértigo:
- Buscá un entorno seguro donde puedas sentarte o acostarte hasta que el episodio pase.
- No cambies de posición apresuradamente, sino hacelo lentamente y con precaución.
- Mantené la cabeza quieta para que evites empeorar los síntomas.
- Practicá técnicas de respiración profunda y relajación para reducir la ansiedad.
- Evitá los desencadenantes conocidos, como ciertos alimentos y el estrés.
- Tomá precauciones para prevenir caídas y lesiones, como utilizar pasamanos y calzado antideslizante.
¿Sabías que el arte y el movimiento pueden ser herramientas terapéuticas poderosas? Participá en sesiones interactivas diseñadas para la estabilidad, así como en técnicas de relajación y meditación, que te ayudarán a reducir el estrés y mejorar el equilibrio emocional.
Además de estas estrategias, es importante que hagas cambios prácticos en tu vida diaria.
- Cuidados básicos: Evitá el consumo de alcohol y cafeína, mantené una dieta equilibrada, dormí lo suficiente, mantenete hidratado o hidratada, esto ayudará a reducir los mareos.
- Fuentes de apoyo: Llevá un diario de equilibrio para registrar episodios y factores desencadenantes.
- Prevención: Participá en juegos y ejercicios mentales, diseñados para que mejores la coordinación y la estabilidad.
- Consulta clínica: Consultá siempre con un profesional antes de iniciar cualquier tratamiento y buscá ayuda si los síntomas persisten.
El mareo y el vértigo pueden ser una condición debilitante, pero con el conocimiento y los tratamientos adecuados es posible encontrar alivio. Recordá siempre consultar con un profesional antes de iniciar cualquier tratamiento. En nuestra clínica, estamos para ayudarte en este proceso, así como para encontrar las soluciones adecuadas para tus necesidades individuales.