Es el Día Nacional del Nutricionista y es importante que sepas que el sistema inmune es como un guardaespaldas para nuestra salud y la nutrición es uno de los factores clave que lo ayudan a mantenerse fuerte y en forma para protegernos. La nutrición y el sistema inmunitario colaboran estrechamente; es fundamental reconocer el papel crucial que juega la nutrición en la salud general.
La conexión entre lo que comemos y cómo nuestro cuerpo se defiende contra enfermedades es un aspecto central en la prevención y manejo de diversas condiciones de salud. Un buen funcionamiento del sistema inmunitario fortalece las defensas y reduce la incidencia y el riesgo de padecer enfermedades infecciosas, patologías autoinmunes y alergias, especialmente las relacionadas con el aumento del estado inflamatorio.
Aunque no existe una dieta única o ideal para mejorar el sistema inmune, se ha demostrado que una alimentación adecuada y suficiente ayuda a reforzar el sistema, protegiéndonos de bacterias, virus y otros organismos patógenos. Existe un círculo vicioso entre nutrición, infección y mecanismos de defensa, aunque la composición exacta de la alimentación depende de las necesidades de cada individuo, una defensa inmunológica efectiva se garantiza con una dieta equilibrada.
Entre los alimentos que deberíamos incorporar en nuestra alimentación, destacan algunos como: vitaminas C y D, zinc, proteínas, grasas saludables, antioxidantes, hierro, selenio, entre otros, que ayudan al buen funcionamiento de las defensas. Por ejemplo:
Vitamina C: Conocida por sus propiedades antioxidantes y su capacidad de mejorar la producción de glóbulos blancos, importante en la defensa contra infecciones.
Vitamina D: Regula la respuesta inmune y reduce el riesgo de infecciones.
Zinc: Vital para la función de las células inmunitarias y la cicatrización de heridas.
Además, la salud intestinal es fundamental para un sistema inmunológico saludable. Los probióticos promueven un equilibrio saludable, mejorando la función inmunológica y reduciendo la inflamación. Las proteínas que son esenciales para la producción de anticuerpos y células inmunitarias, por lo que es importante asegurarse de consumir suficiente proteína en la dieta para mantenerse fuerte. También una adecuada hidratación es fundamental para el funcionamiento óptimo de todas las células del cuerpo.
Los nutricionistas juegan un papel esencial en guiarnos hacia elecciones alimenticias que fortalecen nuestras defensas naturales. Incorporar una variedad de nutrientes esenciales y adoptar hábitos alimenticios saludables son pasos fundamentales para protegernos contra enfermedades y mantenernos en óptimas condiciones. Una alimentación saludable es casi una medicación complementaria para mejorar las defensas y establecer una respuesta inmune primaria y secundaria adecuada.
¡Felicidades a todos los nutricionistas por su dedicación y compromiso con la salud!