Al menos el 80% de las muertes prematuras por enfermedades cardiovasculares en el mundo podrían evitarse si se controlaran cuatro factores de riesgo. En esta nota, te informamos cuáles son y por qué es tan importante cuidar nuestro corazón.
Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte en el mundo, el 30% de ellas prematuras en personas de 30 a 69 años. Según el Ministerio de Salud, en Argentina aumentó un 18% la tasa de muertes a causa de infartos.
El aumento progresivo y acelerado de las enfermedades asociadas al corazón se debe al incremento de las causas que las generan: tabaquismo, hipertensión arterial, diabetes, niveles de colesterol elevado en sangre, sobrepeso, sedentarismo, entre otras. El stress, además, es una de las causas donde se debe poner especial atención.
El infarto es producido generalmente por la obstrucción de una arteria, producto de un coágulo que se ha formado al romperse una placa de colesterol (grasa que se acumula en la pared interior de una arteria coronaria). La formación de la placa de colesterol se ve influenciada por factores de riesgo como pueden ser el tabaquismo, sedentarismo, hipertensión arterial, diabetes, obesidad y colesterol elevado. Al obstruirse la arteria, no permite la correcta llegada de sangre al músculo cardíaco, produciéndose el Infarto Agudo de Miocardio y provocando la muerte.
Una gran proporción de estas muertes podría evitarse mediante el control de los factores de riesgo y realizándose los controles médicos de salud de forma periódica.
Principales enfermedades que afectan al corazón
Existen muchas enfermedades o afecciones del corazón, aunque las más comunes son:
- Ataque al corazón o infarto de miocardio: se caracteriza por el estrechamiento de los vasos sanguíneos encargados de llevar sangre al corazón.
- Enfermedades cerebrovasculares: causadas por un sangrado intracerebral o por un coágulo de sangre depositado en el cerebro.
- Hipertensión: es la presión arterial alta y se trata de uno de los mayores riesgos de padecer un infarto.
- Angina de pecho: es un tipo de dolor de pecho provocado por la reducción del flujo sanguíneo al corazón.
- Arritmia: es una alteración del ritmo cardiaco.
- Insuficiencia cardiaca: sucede cuando el corazón no es capaz de bombear la sangre suficiente para cubrir las necesidades del organismo.
¿Cómo prevenir?
Entre las recomendaciones para prevenir las enfermedades cardiovasculares, la primera medida es acudir al cardiólogo a partir de los 40 años, al menos una vez por año, con el fin de poder detectar factores de riesgo y recabar datos sobre enfermedades cardiovasculares preexistentes en la familia.
Otros síntomas de alerta que requieren de una consulta cardiovascular son:
- Si el paciente presenta opresión en el pecho cuando realiza un esfuerzo pequeño o mediano.
- Si registra sensación de falta de aire al momento de respirar.
- Si sufre palpitaciones aceleradas o pérdida repentina del conocimiento.
Llevar una vida saludable y cambiar algunos hábitos también es una manera de cuidar nuestro corazón. ¿Cómo podemos hacerlo? Con una alimentación saludable que reduzca el consumo de sal, con ejercicio físico y evitando el consumo de tabaco.
El ejercicio es fundamental, sus múltiples beneficios cardiovasculares mejoran la presión arterial, los niveles de azúcar, la capacidad física y la disminución de peso. Cuidar el corazón y evitar enfermedades está, en gran medida, en nuestras manos.
Estamos viviendo una época sin precedentes. Por la pandemia de COVID-19 han disminuido exponencialmente los controles médicos a pacientes con patologías cardiovasculares. Cuidar nuestros corazones ahora es más importante que nunca. Acudir a tiempo al especialista para su detección y respetar las indicaciones, controles y recomendaciones médicas son la clave para prevenir enfermedades cardiovasculares y disfrutar de una vida placentera.