El Día Internacional del Cáncer Infantil, instituido 2001 por la Organización Internacional de Padres de Niños con Cáncer, se conmemora todos los días 15 de febrero y tiene como objetivo concientizar a la comunidad respecto de la importancia de esta enfermedad y de la necesidad de un acceso rápido al diagnóstico y tratamiento adecuado.
En nuestro país, se producen anualmente alrededor de 1.370 casos de cáncer en niños entre 0 y 15 años de edad, lo que implica más de 3 diagnósticos nuevos por día. De todos ellos, 4 de cada 5 pacientes que reciben el tratamiento adecuado se curan.
Los tipos de cáncer más comunes en niños son las leucemias, tumores cerebrales y tumores sólidos. La enfermedad maligna más frecuente de la infancia, la leucemia aguda, tiene una tasa cruda de 46 por millón, seguida por los tumores del Sistema Nervioso Central con 23 por millón y los linfomas con 16 por millón en niños menores de 15.
Con un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado, el cáncer en niños puede curarse.
El cáncer en niños tiene características propias, distintas de las de los adultos. Por lo general, en comparación con los adultos, los niños presentan mayor tolerancia a tratamientos agresivos y mejor capacidad de recuperación. La mayoría de los tipos de cáncer infantil puede tratarse con medicamentos, cirugía, radioterapia y quimioterapia.
Una característica del cáncer en los niños es su rápido crecimiento, por lo que el diagnóstico precoz sigue siendo una herramienta imprescindible para aumentar las probabilidades de tener un pronóstico favorable. Por eso, los especialistas insisten en que ante cualquier síntoma fuera de lo común, los padres deben consultar con el pediatra y no descartar ninguna posibilidad.
Síntomas de alerta
Muchos de los síntomas del cáncer en niños pueden deberse también a otras causas y, la mayoría de las veces, estos síntomas no son causados por un cáncer. Sin embargo, estos son los posibles síntomas que ameritan una consulta al médico:
- Fiebre, pérdida de peso y de apetito, palidez, fatiga, sangrados o moretones de fácil aparición, persistentes e inexplicables.
- Bultos en abdomen, pelvis, cuello y cabeza, extremidades, testículos y ganglios.
- Dolor en huesos, articulaciones, espalda y fracturas fáciles.
- Manchita blanca en el ojo, estrabismo, ceguera o pérdida de visión, protuberancia del globo ocular.
- Signos neurológicos como cambios de conducta, trastornos de equilibrio, marcha, dolor de cabeza, agrandamiento de la cabeza.
- Vómitos por la mañana, estados febriles recurrentes no relacionados con infecciones.
Prevención, una herramienta indispensable
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan tener en cuenta estas pautas para disminuir el riesgo de cáncer en los más pequeños:
- Tomar suficiente ácido fólico durante el embarazo.
- Amamantar.
- Hacer suficiente actividad física durante la niñez.
- Garantizar relaciones y ambientes seguros, estables y enriquecedores para todos los niños y las familias.
- Reducir las exposiciones dañinas.
- Evitar el consumo de alcohol y tabaco durante el embarazo.
- Mantener a los niños alejados del humo de tabaco.
- Reducir la exposición a la contaminación ambiental relacionada con el tráfico vehicular.
- Evitar la exposición a sustancias químicas que puedan causar cáncer.
- Limitar la cantidad de radiación usada durante ciertos exámenes médicos.
Derechos del niño con cáncer
En el marco de los derechos del niño establecidos por convención internacional y legislaciones argentinas, existen algunos que deben ser especialmente tenidos en cuenta en el contexto del tratamiento de una enfermedad oncológica:
- Derecho al descanso, esparcimiento y juego. En todas las unidades de oncología pediátrica de Argentina debe haber una juegoteca o biblioteca.
- Derecho a volver a su casa. Siempre y cuando el tratamiento lo permita, deben poder disfrutar de su hogar, familia y amigos.
- Derecho a la educación. Tienen que continuar con la escolaridad, con maestras domiciliarias u hospitalarias en todas las unidades de oncología pediátrica en el país.
- Derecho a saber qué les sucede. Se les debe contar cada procedimiento que se les va a realizar con antelación para que se puedan preparar emocionalmente. Antes se creía que no debían tener información; ahora se sabe que desde los 5 años deben conocer acerca de su enfermedad, porque la falta de información les puede provocar ansiedad y miedo.
- Derecho al alivio del dolor. Para esto, se cuenta con un plan de opioides que garantiza que no sufran dolor en ningún momento de su tratamiento.
- Derecho a la toma de decisiones. Si bien las decisiones de gran escala serán tomadas por sus padres y los médicos, los niños tienen la oportunidad de elegir cuestiones del día a día en la medida en que la flexibilidad del tratamiento lo permita, como por ejemplo elegir el brazo del que le saquen sangre, estar en cuarto compartido, o acomodar los horarios de las terapias para poder volver a su casa.
Fuente: https://www.argentina.gob.ar/salud/instituto-nacional-del-cancer/