El 27 de febrero se celebra el Día de Concienciación de la Anosmia, dedicada a educar y sensibilizar a las personas acerca de las causas de la pérdida del sentido del olfato y su impacto, conocido como Anosmia.
La anosmia consiste en la pérdida total o parcial del sentido del olfato, de manera temporal o permanente. Es la incapacidad para distinguir, percibir y disfrutar los olores de diversa índole.
¿Cuáles son sus causas?
Entre las principales causas de la anosmia se destacan:
- Infecciones respiratorias causadas por algunos virus, gripe o influenza y resfriados comunes.
- COVID-19. Las infecciones respiratorias generadas por este virus afectan al neuroepitelio olfatorio. Se destaca que 1 de cada 5 pacientes presenta como síntoma la alteración o pérdida del sentido del olfato.
- Rinosinusitis crónica (Con o son poliposis).
- Rinitis alérgica.
- Enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer.
- Envejecimiento.
- Hipertrofia de los cornetes nasales.
- Intervenciones quirúrgicas previas.
- Traumatismos craneales y de otra índole.
- Uso indiscriminado de fármacos y sustancias estupefacientes.
- Daño cerebral.
- Desarrollo anormal del sistema olfatorio, conocido como Anosmia Congénita. No tiene cura.
¿Cuáles son sus consecuencias?
La anosmia suele, en la mayoría de los pacientes:
- Afectar los mecanismos naturales de alerta del organismo.
- Impactar en la seguridad, autoconfianza y relaciones personales.
- Generar sentimientos de aislamiento social, disminución del placer y las emociones, ocasionando depresión.
- Afectar la memoria.
- Provocar dificultades para comer y desórdenes alimenticios, debido a la estrecha relación entre los sentidos del olfato y el gusto.
Además, las personas que padecen este trastorno son susceptibles a situaciones peligrosas, tales como fugas de gas, vapores químicos peligrosos, incendios y la ingestión de alimentos en mal estado.
¿Cómo se previene?
A continuación compartimoms algunas medidas de prevención para evitar la pérdida de olfato:
- Evitar la exposición prolongada a productos tóxicos o contaminantes y a olores fuertes. En caso de exposición prolongada a ellos, se recomienda el uso de mascarillas.
- Hidratarse bien.
- Aplicación de vacunas antivirales: gripe, Covid.
- Evitar el contacto con agentes alérgenos.
- No introducir objetos en la nariz.
¿Cuál es su tratamiento?
Si bien no existe un tratamiento específico para la anosmia, se pueden tratar sus causas para recuperar la capacidad olfativa de manera parcial o total. Para su diagnóstico y tratamiento se recomienda consultar un médico especialista: otorrinolaringólogo.
Algunos de los procedimientos para tratar esta enfermedad son la aplicación de antibióticos, aerosoles nasales e inhalaciones de vapor, para tratar las infecciones y la inflamación de los senos paranasales. En otros casos puede recurrirse a la extirpación quirúrgica y radioterapia para tumores y pólipos.
Algunas cifras sobre esta enfermedad:
- Las personas anósmicas no pueden percibir olores de ningún tipo.
- Se estima que 1 de cada 8 personas puede tener cierta pérdida del olfato.
- Algunos estudios e investigaciones sostienen que 1 de cada 30 personas puede tener un escaso o ningún sentido del olfato.
- Alrededor de 1 de cada 15 personas afirma que perciben olores que no existen en la realidad, conocido como “olores fantasma”.
- Se estima que el 53% de los pacientes con COVID-19 presentan alteraciones del olfato, especialmente en mujeres y personas jóvenes. La mayoría de estos pacientes recupera el sentido del olfato de manera espontánea.