noviembre 10, 2022
Cuando se forma una coágulo de sangre en una vena de la pierna o del brazo se interrumpe el flujo normal de sangre hacia el corazón. Esto se conoce como una trombosis, produce dolor y requiere tratamiento inmediato.
La sangre que circula desde el corazón hacia los pies lo hace por las arterias. Una vez que llega al pie, a través de los capilares la sangre vuelve por las venas hacia el corazón y, luego del corazón, llega a los pulmones para oxigenarse.
Cuando la sangre se coagula en el interior de una vena impide su retorno hacia el corazón, entonces se acumula en la pierna y por esto dicha extremidad se hincha y duele.
Como la sangre en el interior de las venas va siempre hacia el corazón y de ahí a los pulmones a través de las arterias pulmonares, cuando un trombo venoso se rompe y se desengancha de la pared de la vena donde se ha formado llega en última instancia a las arterias de los pulmones. Una vez allí, tapona el interior de una o más arterias pulmonares, lo que conlleva a una embolia pulmonar (EP), que puede ser extremadamente grave si no se trata a tiempo.
Síntomas de la trombosis
La localización más frecuente de una trombosis venosa se produce en las venas profundas de las piernas, provocando síntomas como dolor e hinchazón de la pierna afectada.
Se conoce como trombosis venosa profunda (o TVP) porque afecta a las venas profundas de las extremidades, no a las venas superficiales. En algunas ocasiones, la trombosis afecta a las venas de los brazos o de algunos de los órganos internos.
Los síntomas de una TVP se deben a la interrupción del flujo normal de la sangre en las venas. Los principales son:
- Dolor en la extremidad afectada: El brazo o la pierna se hinchan, duelen y puede que las venas superficiales se distiendan, repletas de sangre que circula mal. El dolor en la pierna aumenta al ponernos de pie y al intentar caminar.
- Aumento de temperatura de la piel: además puede estar enrojecida y brillante. Incluso puede aparecer fiebre, pero raramente supera los 38ºC.
Estos síntomas y signos empeoran con las horas si la persona está de pie o sentada durante mucho tiempo, debido al efecto de la gravedad. Al acostarse en la cama la hinchazón disminuye porque las venas se vacían mejor cuando están en posición horizontal.
La aparición repentina de alguno de los siguientes síntomas indica la probable presencia de un coágulo en los pulmones:
- Dificultad para respirar.
- Dolor de pecho.
- Latidos cardíacos rápidos.
- Desmayos.
- Fiebre leve.
- Tos, con o sin sangre.
Causas de la TVP
Las principales causas que predisponen a la trombosis de la sangre en el interior de las venas son:
- cirugía o traumatismos
- reposo prolongado (cuatro días o más) en cama
- inactividad (estar mucho tiempo sentado) o inmovilización de una extremidad por la aplicación de una férula o un yeso
- cáncer
- embarazo y puerperio
- reproducción asistida
- menopausia
- tratamientos hormonales con estrógenos: píldora anticonceptiva y otras hormonas
- predisposición congénita a presentar trombosis (trombofilia)
- viajes largos, principalmente en avión.
Tratamiento
El tratamiento para la TVP consiste en la administración de anticoagulantes durante por lo menos tres meses.
El trombo no siempre se elimina por completo. Lo que suele ocurrir es que se reduce de tamaño y poco a poco va cicatrizando, de manera que la vena donde se formó o la arteria pulmonar en la que se alojó acabarán recuperando casi por completo su flujo habitual.
Para tener bajo control la dosis de anticoagulante adecuada es preciso acudir al médico especialista y seguir sus recomendaciones.
Tanto el diagnóstico como el inicio del tratamiento se realizan en el centro de salud. En primera instancia se administran inyecciones de Heparina y, luego, medicamentos orales durante 3 a 6 meses.
Medidas de prevención
Llevar adelante hábitos saludables ayudan a la prevención de una trombosis:
- Realizar ejercicio diario
- Beber 2 litros de agua al día
- No fumar
- Mantener un peso saludable.
- Usar ropa y medias holgadas.
- Levantar las piernas 15 cm por arriba del corazón, al menos 1 vez al día.
- Cambiar de posición a menudo, sobre todo en viajes largos.
- No mantenerse de pie ni sentado por más de 1 hora seguida.
- Comer con menos sal.
- Evitar golpearse y lastimarse las piernas
- Evitar cruzar las piernas al sentarse.
- No ponerse almohadas bajo las rodillas.
- Elevar la parte de los pies de la cama entre 10 y 15 cm.
Teniendo en cuenta estos consejos, contribuiremos a disminuir la posibilidad de sufrir una trombosis.
